julio 18, 2012

Nada, no queda nada.

nada por decir, nada que lamentar, nada que dar. Anularé mis suscripciones a ONGs,  callaré los llamamientos a manifestarse. Evitaré la cárcel.  Seguiré paseando con mi pareja y comiendo helados. Intentaré no mirar a los top-manta africanos. Intentaré olvidar a las mujeres zapatistas, olvidar su ejemplo. Intentaré olvidar el golpe de Estado en Paraguay, Honduras...  la cárcel de los líderes de minorías étnicas en Estados Unidos. Trataré de no pensar en los sicariatos, los asesinatos profesionales y fríos de indígenas a manos de multinacionales manchadas de sangre. Intentaré no pensar en el momento en que los árboles ya no puedan suministrar oxígeno para tod@s, y lo que sucederá entonces. Trataré de olvidar que están comprando los acuíferos del Planeta, e hipotecando la sed de las Generaciones Venideras. Trataré de no pensar en que están registrando las marcas de alimentos que han de evitar la muerte por hambre de millones de personas, y comerciando con su agonía. Trataré de no oír los silbatos de las manifestaciones, los pelotazos de goma, los gritos de la multitud. Intentaré no saber que unos padres, de alguien, míos, tuyos, van a morir en urgencias por falta de médicos, medicinas y quirófanos. Que los bomberos están en peligro por falta de medios,  que los políticos envían a l@s policías frente a la multitud irritada a ver si 'pasa algo' que justifique de una vez la dictadura. Entonces seré un buen ciudadano. No seré un terrorista, ni un radical. Mi facebook funcionará perfectamente, y será alegre y cordial, sin fotos depresivas de mineros iracundos o indios muertos. Mi blog hablará de plantitas y cocina, o poesía aséptica ('poesía pura', le decían). Si, entonces podré comer helados los domingos sin temer a la policía o a las instituciones. Qué bien, qué bueno. Flotaré sobre la mierda. Y trataré de parecer un hombre. Una persona. Quien sabe, quizá consiga aparentar que lo soy. Quizá lo consigamos todos. Por: http://personalkosmic.blogspot.com.ar/